DESHIDRATADORES y GERMINADORES

La deshidratación consiste en eliminar el agua o la humedad de los alimentos para conservarlos porque los microrganismos que provocan la descomposición, no pueden desarrollarse en ausencia de agua.
Se puede deshidratar todo tipo de alimentos: frutas, vegetales, hierbas aromáticas, carne, pescado, pasta fresca, algas… Además, devuelven la textura crujiente a las galletas y al pan.
La deshidratación conserva perfectamente las cualidades nutricionales de los alimentos, ya que al trabajar con temperaturas poco elevadas sólo se pierde agua y se mantienen intactas las proteínas, vitaminas, minerales…
Además, ofrece unas características muy interesantes en la cocina ya que los alimentos conservan su aroma y un gran porcentaje de su color y aspecto, tomando una consistencia más ligera. Los sabores se concentran e intensifican.
Económicamente, se puede aprovechar la compra de productos de temporada a buen precio para disfrutarlos a lo largo del año, o aprovechar excedentes de cosecha propia.
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